Sobre nosotros

Iglesia de Dios de la Profecía

La Iglesia de Dios de la Profecía es un cuerpo vibrante de creyentes a nivel mundial, unido en adoración, que trabaja mano a mano para compartir el amor de Dios y un mensaje de esperanza para los quebrantados de corazón.

Nuestra historia

El movimiento de la Iglesia de Dios comenzó hace más de cien años atrás en el corazón de creyentes fervorosos que vivían en las montañas rurales del condado Cherokee, Carolina del Norte. Seguido de un avivamiento donde hubo muchos milagros en una escuela cerca de los Campos del Arroyo en el 1886, una pequeña congregación formó la “Unión Cristiana” con el propósito de orar y estudiar las Escrituras.

No mucho tiempo después, este grupo fue dirigido por un joven pastor de Indiana, llamado A.J. Tomlinson, y se organizó formalmente en 1903 como la Iglesia de Dios. Al año siguiente reubicó sus oficinas centrales en Cleveland, Tenesí. Durante el siglo siguiente, desde las montañas Apalaches hacia el mundo, todas las ramas de este movimiento tuvo un gran crecimiento. Estos pioneros espirituales trazaron sus raíces a la iglesia del Nuevo Testamento y se consideraron como una continuación del cristianismo lleno del Espíritu mencionado en el libro de Hechos. El deseo de esta conexión a la expresión de los primeros cristianos continúa hoy con el mandato de que todas las decisiones de la iglesias sean hechas en oración y se basen en la Escritura. En término teológico contemporáneo, la Iglesia de Dios de la Profecía es un movimiento protestante, evangélico, de la santidad wesleyana que cree en el libre albedrío para la salvación.

La Iglesia de Dios de la Profecía es un cuerpo vibrante de creyentes a nivel mundial, unido en la adoración, que trabaja mano a mano para compartir el amor de Dios y el mensaje de esperanza para los quebrantados de corazón. La Iglesia de Dios de la Profecía tiene más de un millón y medio de miembros que adoran en más de 10,000 iglesias o misiones en 135 naciones del mundo. Casi el 90% de nuestra membresía global está fuera de Norteamérica.

Desde sus inicios, la Iglesia de Dios de la Profecía ha basado sus creencias en “toda la Biblia correctamente dividida”.

Preguntas frecuentes

¿Cómo obtuvieron el nombre "Iglesia de Dios de la Profecía"?
La Asamblea General de 1907 adoptó oficialmente el nombre de Iglesia de Dios. Durante los años que siguieron a la división de la Iglesia en 1923, hubo una gran controversia sobre cuál grupo tenía el derecho legal al nombre. Varios procedimientos legales fallaron en resolver el asunto de manera satisfactoria. Durante varios años utilizamos el nombre “Iglesia de Dios, sobre la cual A.J. Tomlinson es Supervisor General”, pero eso no arregló el asunto. Finalmente, en 1952, el asunto fue decidido en el Tribunal de Equidad de la Corte del Condado de Bradley, Tenesí, cuando el juez decretó que  el sufijo “de la Profecía” debía ser añadido a nuestro nombre, sólo para el uso en asuntos seculares y de negocios, para distinguirnos de otras organizaciones con nombres similares. Estuvimos de acuerdo con la decisión para obtener el dictamen legal y continuamos usando el nombre en la conducción de nuestros negocios  externos. En nuestros asuntos internos, gobierno y adoración, generalmente usamos nuestro nombre original, Iglesia de Dios.
¿Cuál es el significado y la función del pacto de la Iglesia?
El pacto de la iglesia es la forma a través de la cual las personas cumplen con su deseo de convertirse en miembros de la Iglesia de Dios de la Profecía. Es una afirmación pública del deseo que uno tiene de seguir todas las enseñanzas de Cristo. Jesús instruyó a Sus discípulos a cumplir con Su gran comisión “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20). Este pacto es el medio a través del cual las personas reconocen su compromiso personal con toda la Palabra de Dios. Esta obligación, o pacto, es la base sobre la cual cualquier iglesia local acepta a una persona dentro de su confraternidad.
¿Qué representa la bandera de la Iglesia?
La bandera de la Iglesia de Dios de la Profecía comenzó a utilizarse en 1933 como un emblema a ser alzado “por la verdad”, (Salmo 60:4). Debido a que las Escrituras enseñan que Jesucristo es “la Verdad” (Juan 14:6), los diferentes diseños y colores de la bandera representan Su carácter y obra. Por lo tanto, el rojo representa Su sangre, el azul Su verdad y el blanco Su pureza. El cetro, estrella y corona violeta representan Su realleza. Tal como se había explicado cuando la bandera fue introducida por primera vez, todos sus componentes “señalan a Cristo”.
¿Qué representa el logo de la iglesia?
El logo no reemplaza la bandera de la iglesia, más bien es una imagen adicional que ayuda a identificar nuestra iglesia a través de los medios digitales e impresoras. Al igual que con la bandera de la iglesia, todos los aspectos del logo de la iglesia representan a Jesús y nuestra misión como Sus seguidores —La cruz y el mundo, la Iglesia de Dios de la Profecía ha sido comisionada por el Señor para predicar el mensaje de la cruz al mundo entero; la llama roja, el mensaje de Cristo debe ser predicado bajo la unción del fuego del Espíritu Santo, dejándole saber a la gente que hay poder en la sangre; el color azul en la llama, la verdad de la Palabra de Dios; el cetro de oro, la estrella y la corona, le declaramos valientemente al mundo que Jesús tiene todo el poder y la autoridad; que Él es nuestro Rey de reyes; el color blanco, la sangre de Cristo que nos limpia blanco como la nieve; el púrpura, esto representa la majestad, la realeza y la autoridad de Cristo.
¿Sostienen otros escritos como iguales a la Biblia?
No. La Iglesia de Dios de la Profecía cree que solamente la Biblia es infalible, inerrable, y que es la Palabra inspirada de Dios. Debido a que es la Palabra de Dios, es la autoridad más alta en asuntos de creencias y práctica de la fe.
¿Es la membresía en la Iglesia de Dios de la Profecía necesaria para la salvación?
No. La salvación sólo viene por gracia a través de la fe en la obra de Jesucristo en la cruz. Efesios 2:8 dice: “Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. La membresía dentro de la Iglesia de Dios de la Profecía se le extiende a todos los que ya han experimentado la salvación, pero convertirse en miembros de la Iglesia no salvará a la persona.

Estructura

La estructura organizacional de la Iglesia de Dios de la Profecía existe y opera en tres niveles interdependientes —internacional, nacional/regional/estatal y local.

El nivel local
En las iglesias locales alrededor del mundo se predican y practican las verdades bíblicas, como arrepentimiento, regeneración, santificación y santidad de la vida. El nivel local es el palpitar de la Iglesia, proveyendo congregaciones que se preocupan en miles de ciudades, pueblos y comunidades alrededor del mundo, donde se lleva a cabo la misión de la iglesia a diario. Estos cuerpos locales de creyentes forman la estructura dentro de la cual la Iglesia llena sus objetivos de adoración, evangelización, equipamiento de creyentes y preparación para el regreso de Cristo.

Las iglesias locales son dirigidas por un pastor cualificado y licenciado, nombrado por el respectivo supervisor que trabaja en cooperación con el cuerpo local. El pastor sirve como el líder espiritual y administrativo de su congregación y busca la dirección de Dios para pastorear el redil.

El nivel nacional/regional/estatal
El nivel nacional/regional/estatal provee un liderazgo más enfocado y un apoyo más directo dentro del contexto de las naciones, regiones y estados donde la Iglesia funciona.
El nivel internacional
El aspecto internacional de la organización de la Iglesia funciona a nivel mundial y provee una red global de apoyo e interacción para los ministerios de la Iglesia en los cincuenta estados de Estados Unidos y en 135 naciones.
La Asamblea Internacional
Cada dos años, el liderazgo y los laicos de diferentes partes del mundo se reunen en la Asamblea Internacional, este es el cuerpo de la Iglesia que toma decisiones de asuntos doctrinales.

Las Asambleas Internacionales atienden asuntos de revelación bíblica al igual que las preocupaciones de práctica internacional y provee el vehículo para que el movimiento corporativo reciba dirección como una familia eclesiástica. Durante la semana de este evento, abierto para todos, todo miembro tiene igual voz en los procedimientos de negocios, y también de ser enriquecido por la diversidad de ministerios alrededor del mundo llenos del Espíritu.

 

Se están llevando a cabo esfuerzos, en todos los niveles organizacionales de la Iglesia para retener una flexibilidad dinámica de forma tal que se evite el estancamiento. Sabemos que en sociedades cada vez más complejas y cambiantes, la habilidad para permanecer siendo relevantes a las necesidades de las personas depende de la habilidad para responder al cambio en la sociedad, de manera positiva sin comprometer la verdad. Reconocemos que nuestro Dios es dinámico y no estático; Él es un Dios que se mueve y actúa en los negocios de la humanidad. Estamos comprometidos a ser un pueblo móvil y peregrino que se mueva cuando Él se mueve y que se detenga cuando Él se detiene. Por lo tanto, las estructuras organizacionales descritas a continuación están sirviendo a nuestra misión, pero están sujetas a ser revisadas según el Espíritu Santo lo dicte.

Membresía

Membresía
La Iglesia de Dios de la Profecía sostiene el principio bíblico del arrepentimiento genuino delante de Dios (una experiencia de salvación individual) como su cualificación para la membresía de la Iglesia según las prácticas de la iglesia primitiva y la actividad misma de Dios que añadía a la iglesia los que habrían de ser salvos (Hechos 2:41, 47; 1 Corintios 12:13). El arrepentimiento genuino quiere decir el dolor piadoso contra el pecado, confesarlo, apartarse de él, denunciarlo y abandonarlo, y ejercer la fe en la obra completa de Jesucristo, quien “fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:25). “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9, 10). La salvación es instantánea (nuevo nacimiento, regeneración) y también la obra inclusiva de la redención, comenzando con la regeneración y culminando con un cuerpo glorificado (Hebreos 9:28). En términos de “ser añadido a la iglesia”, el aspecto instantáneo de la salvación es evidente y un compromiso público (“Sí, lo haré”) al pacto de la iglesia según es administrado por un ministro de la Iglesia de Dios de la Profecía, en una iglesia, es necesario. El pacto lee de la siguiente manera:

¿Promete usted sinceramente en la presencia de Dios y estos testigos que acepta esta Biblia como la Palabra de Dios, creer y practicar sus enseñanzas correctamente —el Nuevo Testamento como regla de fe y práctica, gobierno y disciplina, y andar en la luz a su mejor conocimiento y habilidad? 

La membresía de la Iglesia denota aceptación, lo cual es una necesidad básica para cada nuevo creyente. El liderazgo ministerial y la Iglesia deben procurar darle un sentido de pertenencia a sus miembros. La Iglesia también aboga para que los nuevos miembros sean colocados en un proceso de discipulado eficiente y continuo por el pastor e iglesia local (Hechos 2:42), un proceso que incluya crecimiento y discipulado, y los ayude a madurar (2 Pedro 3:18), descubran los dones espirituales, los cuales se ejercen a través de ellos para la edificación del cuerpo de Cristo (1 Corintios, capítulos 12, 13, 15), y para aprender a hacer discípulos de otros (Mateo 28:19, 20). A medida que seguimos en la cosecha, el programa de discipulado extensivo requiere gran sabiduría y amor de parte del liderazgo y de todas las personas que ayudarán a nuestros miembros a madurar en Cristo.